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Figuras de la lírica uruguaya: Jorge Algorta

Evocaciones líricas


Tomado de una nota realizada
por José Luis Pomi en Informe Uruguay

Quienes tenemos más de 40 años dentro del Teatro Lírico de nuestro país mantenemos vivo, el recuerdo de muchos artistas desaparecidos, que contribuyeron con su presencia y capacidad, a imprimir a las temporadas en las que actuaron, un permanente y renovado interés artístico.


JORGE ALGORTA - bajo

En la década del 40 debutó en el SODRE.Estudió canto con Víctor Damiani. Realizó una extensa carrera, durante mas de 30 años, actuando entre 1945 y 1961 en los centros musicales más importantes de Europa y America, tales como: Teatro La Fenice de Venecia, San Carlo de Napoles, Opera de Roma, Scala de Milan, San Carlo de Lisboa, La Monnaie de Bruselas, Liceo de Barcelona, Municipal de Rio, Colon de Bs Aires, Argentino de La Plata, Municipal de Santiago, entre otros.

De regreso al Rio de la Plata en 1961, se integra por dos décadas a la escena lírica argentina, formando parte del elenco estable del Teatro Colón, donde puso al servicio de ese coliseo, un gran bagaje de experiencia adquirida en aquellos escenarios. Su debut en ese Teatro, ya se había producido en 1945 con la ópera Lucia di Lammemoor.

Durante ese misma época, participó en las temporadas líricas del SODRE, donde cantó: La Sonambula, La Boheme, Aida,El Barbero de Sevilla, Fausto, La Favorita, Misa de Requiem de Verdi.

Fue un cantante de indudable capacidad profesional, poseedor de una voz opulenta, aunque algo rígida, pareja en el color y en la sonoridad, con gran sentido musical y justa expresión.

Su línea de canto, de neto cuño clásico, su condición de interprete inteligente y culto, y su musicalidad, le permitieron abordar una amplia gama de roles, entre los que se recuerdan: Ramfis, Banco, Fiesco, Colline, Timur, Ferrando, Ivan Khovansky, Fafner, etc.

¿Quién no recuerda su "Don Basilio?, Ninguno que haya asistido a las representaciones de Barbero, ha olvidado su alta figura, donde con maestría y dignidad interpretativa, diseñaba ese característico personaje de la obra rossiniana.

No solamente en el campo de la ópera tuvo destacada actuación. Su sensibilidad artística y su gran capacidad de estudio, conjugaron para abordar con significativo éxito: música de cámara y obras sinfónico corales, y tambien Zarzuela, de las que se recuerdan, sus grabaciones en las obras del compositor español, Pablo Sorozabal.

En las postrimerías de su carrera, le vimos en una obra que es a nuestro juicio, la culminación en la carrera de un bajo: Boris Godunov. Alli logró una interpretación vibrante y conmovedora, que complementaba con una sorprendente gesticulación de sus manos y de sus largos brazos, donde demostraba, sin lugar a dudas, un profundo espíritu analítico de ese fascinante personaje ruso.

Recordamos nuestras actuaciones a su lado, en la ópera LA FAVORITA y en la MESSA DE REQUIEM de Giuseppe Verdi.

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